top of page

Nuestra historia

En el corazón de nuestra cocina, late una llama que arde con perseverancia, pasión y un profundo amor por servir.

Hace siete años y un par de meses (a mediados de Agosto del año 2016), en medio de las calles capitalinas de Bogotá, dimos vida al primer capítulo de nuestra apasionante travesía. Éramos una pareja de enamorados con un sueño compartido: emprender juntos, trazando un camino que nos llevaría paso a paso hacia nuestras metas más anheladas.

 

Con mil empanadas preparadas en leña y un triciclo diseñado y construido con cada peso ahorrado, dimos inicio a lo que pronto sería conocido como Bónly, Delicias del Campo. Un modesto y hermoso carrito en forma de triciclo que adornaría la calle 80 con Cr.90, donde nos enfrentaríamos a innumerables lecciones y escasas ventas. A pesar de haber invertido todos nuestros ahorros y haber luchado incansablemente desde el amanecer hasta la última luz del día; a los siete meses el panorama no mejoraba. Entre lagrimas, cuestionamientos y un ligero desaliento, cerramos el negocio y nos sentamos a replantear la situación. Aunque el capital había desaparecido, nuestra pasión por la cocina y por emprender seguía intacta.

Empacamos nuestras maletas y regresamos a nuestro pueblo, Tenjo, Cundinamarca, donde la calidez de nuestra familia nos esperaba. Nos empleamos de domingo a domingo, trabajando día y noche en un restaurante, con el firme propósito de ahorrar para volver a intentarlo. Pasó más de un año hasta que finalmente decidimos pedir un préstamo para fortalecer nuestra base. Con cimientos más sólidos, comenzamos a hacer pruebas desde casa de lo que sería nuestra receta de pizzas artesanales. Nuestra proyección era venderlas desde casa, pues el capital a penas nos daba parar comprar nuestro primer horno, de segunda mano y para pagarlo a cuotas. 

 

Una tarde, mientras íbamos en el carro con nuestra familia, compartimos nuestra nueva idea de vender pizzas desde casa. Aunque al principio mostraron dudas, las palabras de aliento que recibimos nos motivaron a dar el 300% para hacerlo bien. Tras 40 minutos de intensa conversación, concluimos que era momento de arriesgarnos y buscar un establecimiento comercial que pudiera ser público; hacerlo desde casa no nos permitiría tener el alcance que necesitábamos para continuar. 

En septiembre de 2018, abrimos nuestra primera tienda física. Un espacio acogedor, de aprox. 20 m², diseñado y fabricado en su totalidad con nuestras propias manos, donde el amor y el trabajo se entrelazaban en cada detalle. Con el apoyo de amigos y familia, inauguramos una segunda tienda en 2019, y para 2022, estábamos gestando nuestro Centro de Producción que para hoy sigue siendo nuestro reto en desarrollo.

Cada paso en este viaje ha sido un desafío, pero también una lección invaluable. Con cada adversidad, hemos crecido, aprendiendo a superar obstáculos con coraje y determinación y a crecer con cada adversidad. Hoy, miramos atrás con gratitud por el camino recorrido y hacia adelante con ilusión por el futuro que estamos construyendo. Nuestro compromiso sigue siendo el mismo: ofrecer a nuestros clientes lo mejor de nuestra pasión y dedicación en cada bocado. Porque en Bónly, no solo cocinamos alimentos, sino que también alimentamos sueños y alimentamos corazones.

 

¡Bienvenidos a nuestra historia, llena de amor, sabor y el eterno deseo de servir!

bottom of page